CUIDADO Y MANTENIMIENTO DE PRENDAS DE PUNTO
Desde un punto de vista respetuoso con el medio ambiente y sostenible, hemos elaborado esta guía para proporcionarte toda la información necesaria para el cuidado diario de las finas prendas de punto de Canali, para ayudar a nuestros clientes a alargar su ciclo de vida.
Lavado y secado de cachemira y lana merina
Suaves, cálidas y ligeras: la cachemira y la lana merina son conocidas por ser fibras preciadas y un verdadero mimo para la piel. Pero eso no es todo: también son aislantes, resistentes al apelmazamiento, transpirables, antiestáticas y absorbentes. Descubre cómo mantenerlas bellas y suaves a lo largo del tiempo.Para lavar jerseys de cachemira y lana merina hay tres opciones: limpieza en seco (en la tintorería), a mano y en lavadora. Todas tienen pros y contras y, al ser fibras muy delicadas, no hay que dejar nada al azar.
Lavado y secado de algodón
Se obtiene a partir de la celulosa y es uno de los tejidos más frescos y difundidos: el algodón absorbe la humedad y resiste las altas temperaturas y el planchado. Sin embargo, se encoge fácilmente, por lo que debes tomar algunas precauciones al lavarlo y secarlo. Las prendas de puro algodón se pueden lavar a mano y en lavadora y a diferentes temperaturas, según el color y la confección.
Conservación y uso de prendas de punto
Conservación y uso de prendas de punto
Aunque el algodón es menos exigente que la cachemira y la lana merina, los tres tejidos necesitan "respirar" y "reposar". Por lo tanto, recomendamos no usar las prendas con demasiada frecuencia, sino alternarlas cada dos días y no lavarlas en cada cambio.
En particular, las llamadas "pelotillas" pueden formarse en una prenda de cachemira o lana merina extrafina. El pilling, sin embargo, es un fenómeno normal, que demuestra la calidad y naturalidad de la fibra. Si las pelotillas ya están presentes, cepilla la prenda con regularidad y delicadeza con un peine especial para lana o cachemira. Desaconsejamos las maquinillas de afeitar porque son más agresivas.
A la hora de cambiar la ropa de invierno por la de verano, te sugerimos utilizar una funda de lona transpirable para cada prenda, dejarla ligeramente abierta para que la prenda respire y evitar los malos olores o la humedad, y guardarla en un lugar fresco y seco.
Si tienes que guardar varias prendas, especialmente si son de lana y cachemira, en la misma funda, sepáralas entre sí con una hoja de papel de seda que absorberá la humedad.
A la hora de guardar las prendas, independientemente del tejido, recuerda introducir un producto antipolillas (también de origen natural, como cedro, lavanda, cítricos, clavero) a cambiar aproximadamente cada 2-3 meses.