CUIDADO Y MANTENIMIENTO DE PRENDAS DE PUNTO

Desde un punto de vista respetuoso con el medio ambiente y sostenible, hemos elaborado esta guía para proporcionarte toda la información necesaria para el cuidado diario de las finas prendas de punto de Canali, para ayudar a nuestros clientes a alargar su ciclo de vida.

Lavado y secado de cachemira y lana merina ​​

Suaves, cálidas y ligeras: la cachemira y la lana merina son conocidas por ser fibras preciadas y un verdadero mimo para la piel. Pero eso no es todo: también son aislantes, resistentes al apelmazamiento, transpirables, antiestáticas y absorbentes. Descubre cómo mantenerlas bellas y suaves a lo largo del tiempo.Para lavar jerseys de cachemira y lana merina hay tres opciones: limpieza en seco (en la tintorería), a mano y en lavadora. Todas tienen pros y contras y, al ser fibras muy delicadas, no hay que dejar nada al azar.


  • La limpieza en seco, incluso si se hace de manera profesional, sigue siendo un proceso agresivo que utiliza solventes para lavar y desinfectar la prenda. Por lo tanto, te recomendamos que no lo uses más de dos veces al año.


  • El lavado a mano es el más delicado, siempre que se haga con cuidado. Recomendamos llenar un recipiente con agua tibia para disolver el jabón o un detergente neutro delicado, especialmente diseñado para lana y cachemira. Hay muchos en el mercado, preferiblemente orgánicos o vegetales y que contienen lanolina con acción protectora. El suavizante de telas, por otro lado, debe evitarse porque deposita una pátina en las fibras que podría dañarlas con el tiempo. La prenda debe remojarse del revés y sumergirse por un corto tiempo (no más de 5-10 minutos), para mantener intactos los colores y el tejido. Al lavarla, masajéala suavemente sin retorcerla. Aclara cambiando el agua hasta que el detergente se disperse por completo pero nunca la estrujes, de lo contrario las fibras se dañarán irreparablemente. Realiza el último aclarado con agua fría para evitar el apelmazamiento.


  • El secado es una fase muy delicada, que debe realizarse lejos de la luz y las fuentes de calor directas. Un aspecto muy importante es la posición: no extiendas la prenda aún mojada sobre una percha porque se deformaría, sino colócala sobre una superficie plana, envuélvela en una toalla y sécala suavemente para que salga el agua. Después del lavado, dejar "reposar" durante 24 horas para que el tejido recupere su forma inicial y las fibras, puestas a prueba un poco por el lavado, se "recuperen".


  • Se puede lavar en lavadora, siempre que se tomen algunas precauciones. En primer lugar, es necesario comprobar en la etiqueta de la prenda qué tipos de lavado están autorizados. A continuación, elige el ciclo de lavado para prendas delicadas y una temperatura máxima de 30° (o incluso inferior, si es posible). El ciclo de centrifugado se debe descartar o limitar al máximo (400 rpm, no más), mientras que la secadora debe evitarse absolutamente porque es demasiado agresiva. Para una mayor protección, recomendamos colocar la prenda del revés en una bolsa de ropa interior o funda de almohada. Utilizar un producto detergente específico para prendas delicadas sin suavizantes ni enzimas que puedan hinchar las fibras de la lana, apelmazándolas y estropearlas. Para el secado, respeta las mismas reglas descritas anteriormente (prenda en posición horizontal, no colgada).​​
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